¿Algún paciente te ha rechazado?, ¿Sabes cómo lidiar y manejar ese rechazo?
Rechazo significa resistir, despreciar, oponerse o denegar a algo o alguien. En el ámbito social, el rechazo se traduce en no querer o aceptar una determinada situación, evento o persona; existiendo múltiples factores que pueden establecer e incentivar dichos sentimientos de rechazo.
Históricamente, los odontólogos poseen altos índices de rechazo colectivo debido al miedo, la ansiedad y el desconocimiento de la sociedad, los cuales malponen el rol del profesional. De hecho, en algunos países ir al odontólogo es una amenaza frecuente para que los niños cumplan con las instrucciones o deberes. Asimismo, existe una asociación popular entre el dolor y la odontología; además, a muchas personas le parece desagradable y repulsivo el trabajo que realiza el odontólogo, al exponerse a la saliva o la sangre, específicamente ante determinados tratamientos, como: remoción de sarro-cálculo, manejo de patologías, drenaje de abscesos, entre otros.
En tal sentido, estas experiencias del rechazo, pueden generar consecuencias psicológicas adversas en el odontólogo que las padece, como: soledad, baja autoestima, agresión o depresión. Además de producir sentimientos de inseguridad profesional, manifestados en pasividad, apatía, retraimiento, falta de autocontrol y comportamientos violentos.
¿Qué se puede hacer?
El rechazo de los pacientes no se debe entender como algo “personal”, si no como algo circunstancial y temporal que se puede revertir fácilmente. Por lo tanto, se debe afrontar y abordar considerando las siguientes sugerencias:
- Trabaja tu autoestima: Quiérete y respétate.
- Manifiesta y exterioriza tus emociones (desahogo).
- Reconoce tus virtudes o cualidades.
- Visión optimista y sincera de las situaciones o eventos.
- Canaliza adecuadamente la energía negativa -tristeza, enojo o depresión- a través de una actividad recreativa (deportes, caminar, bailar, leer, entre otras).
- Aprende del rechazo: comprende las razones del rechazo y utiliza la experiencia para mejorar a nivel personal y profesional (retroalimentación).
- Relajación, lo cual ayuda a calmar la mente y recuperar la auto-confianza.
Reflexionando…
¡Entendamos y aprendamos a manejar el rechazo al odontólogo, para disminuir su efecto! Al regular nuestras propias reacciones emocionales y al prestarle atención especial a la autoestima, no requerimos la aprobación de los demás.
Seamos facilitadores del cambio, lo cual tendrá un cambio positivo en el ámbito personal y dentro del gremio odontológico.
