La montaña rusa de la Odontología… Los Altibajos De Mi Propia Historia

PsicoOdontología

Yanibel Abreu 
CEO Agencia de Marketing en Salud Nómada
E-mai: Abreuyanibel@gmail.com
Instagram: @Yanibelabreuu 
Perú

Sales de la secundaria, estas a punto de elegir la profesión de tu vida, vas a estudiar lo que quieres… ¡es emocionante!; tus amigos, conocidos y familiares constantemente te preguntan qué carrera estudiaras. Yo desde el último año de colegio ya sabía lo que quería ser… ODONTÓLOGA, ¡Waooo! Todos me decían “que bien, ahí hay plata, seguro te irá bien porque esa carrera deja mucho dinero”. ¡Es un gran error, si eliges solo por ese factor! Además, tradicionalmente existe la equivocada creencia de que todos los odontólogos son adinerados… ¡la realidad cambió!; no obstante, hay que admitir que, con empeño, pasión, estrategia y propósitos claros, puedes convertirte en un gran profesional y claro también te irá bien.

La odontología es una carrera hermosa y gratificante, te permite tener un impacto positivo en la vida de los demás; de esta forma, puedes mejorar la autoestima, brindar seguridad y devolverle la confianza a las personas, a través de tus tratamientos. ¡Es increíble que tú seas el responsable de tan noble labor! He sido testigo de pacientes que lloran de alegría después de ver los cambios obtenidos.

Sin embargo, para llegar a este momento tienes que estudiar y prepararte, lidiando con las demandas y el desgaste físico-psicológico propios de la profesión; por lo cual, voy a contar brevemente mi historia en la Facultad de Odontología; donde, hice las mejores amistades y he pasado momentos extraordinarios, incluyendo grandes retos.

Con el pasar de los semestres, se incrementaba la intensidad de las clases teóricas, progresivamente se iniciaban las actividades prácticas y la relación con los pacientes… ¡Wow! Era una mezcla de sentimientos y emociones al mismo tiempo, la “ansiedad” que sentía se convirtió en mi enemiga. La búsqueda de pacientes, la presentación de los casos clínicos, la inversión económica y la dificultad de ciertas materias, más todas mis preocupaciones y responsabilidades personales se volvieron una bola de nieve para mí. Me cree un monstruo en mi mente, mi nivel de estrés emocional se elevó tanto que sentía un nudo en la garganta, me ahogaba (sensación de asfixia), me paralizaba… tuve varios episodios así; pasé varios días en un centro de salud buscando el porqué de lo que sentía, de mis palpitaciones y de mi intranquilidad (yo sabía que tenía muchas preocupaciones, pero no imaginaba que podían desencadenarme todo esto). Mi doctor me diagnóstico, “trastorno de estrés y ansiedad”; mis padres querían que descansara y dejara pasar un semestre de la universidad, pero me negué, según yo lo controlaría.

Me dediqué tiempo para mí, leí muchos libros, googlé e indagué cuáles eran las posibles soluciones a mi problema, de hecho, en cualquier curso o taller sobre inteligencia emocional ahí estaba yo; así pasaron los días, cuando me sentía muy agobiada o asfixiada me tomaba unos minutos para llenar mis pulmones de aire, inhalaba y exhalaba profundamente, esta técnica se convirtió en mi gran aliada. Tengo que reconocer que tuve muchas recaídas, no obstante, ya tengo tiempo que no me ocurre nuevamente, aún estoy en mi último año de la carrera y aprendí a reconocer los factores que desencadenan o potencian el estrés, con la ansiedad.

Mis conversaciones internas… Hablaba conmigo misma

Me decía constantemente cuida la salud, sobre todo la salud mental. Pensaba…, de que me sirve concluir rápido la carrera y graduarme si no tengo la salud para ejercer ni disfrutar la profesión, no importa que muchos vayan adelante y se gradúen primero que tú, yo estoy en mi tiempo y voy a mi propio ritmo. La vida es un regalo que debemos vivir todos los días como si fuera una sola.

Aprendí a fluir y a no querer llevarme el mundo por delante, el camino ha sido duro, muy duro por múltiples razones, pero aún sigo aquí, en pie de lucha, y concluiré la meta que hace años inicie. A muchos le ha pasado como a mí, yo solo soy un ejemplo más… en la literatura son muchos los artículos que avalan que la odontología es una carrera estresante y desafiante, sin duda alguna es así y al mismo tiempo hermosa; por lo tanto, resulta indispensable lograr un equilibrio o balance entre todos los factores involucrados.

A final de cuentas desarrollé muchas habilidades y descubrí muchas cosas que actualmente me apasionan. Comencé a trabajar en áreas a fines a la odontología, agregándole valor a mi futura profesión. Así, creé una revista digital y fundé una agencia de marketing en salud (@nomadaams), actualmente también laboro como ejecutiva de ventas de una empresa que distribuye materiales dentales y continúo estudiando ¡Hago de todo un poco!, he sabido sobreponerme y reinventarme ante las situaciones, lidiando con la odontología a mi propio estilo y ritmo. ¡Si yo pude, tú también puedes…!

La frase que me acompaña todos los días: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a dónde quieres estar mañana”. Y recuerda siempre: ¡Nunca es tarde, siempre estas a tiempo!


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